Los hallazgos arqueológicos realizados en las inmediaciones de la ermita de Nuestra Señora de los Remedios nos informan sobre la presencia de pequeños núcleos poblacionales que organizaron este espacio hacia el siglo VII d. C. Actualmente, lo que podemos contemplar junto a la ermita es parte de la arquitectura funeraria de un pequeño cementerio con algunas sepulturas formando panteones familiares.
En su interior se inhumaron varios individuos con un ritual donde no faltaba la jarrita funeraria que marca una tradición pagana, aunque ahora dentro de un contexto cristiano. Asimismo, el área funeraria se agrupó a lo largo de este pequeño montículo dominante, en cuya parte superior se levantaría un templo, capaz de servir a las necesidades espirituales de estas comunidades rurales.